¿Es tu primera vez con un succionador?
Tranquila. No estás sola.
El succionador de clítoris se ha convertido en uno de los juguetes más deseados, buscados y (vamos a decirlo claro) gritados del mercado. Y si acabas de hacerte con uno, probablemente estés entre emocionada, curiosa… y un poco perdida.
Aquí va una guía rápida y real para estrenarlo con buen pie y sin presiones. Porque el placer no debería dar miedo.
1. Limpia, carga y míralo sin vergüenza
Sí, límpialo antes de usarlo, incluso si viene en su cajita con lacito. Agua tibia y jabón neutro o un limpiador específico para juguetes.
Mientras se carga (y sí, haz que cargue del todo la primera vez), obsérvalo. Tócalo, ponlo en marcha, acércalo a tu mano. Que deje de ser “el aparato” y se convierta en tu nuevo aliado.
2. Lubrica (pero no el succionador, ojo)
Un poco de lubricante con base de agua aplicado sobre el clítoris hace toda la diferencia.
El contacto será más suave, las sensaciones más intensas, y evitarás esa fricción rara que a veces puede cortar el rollo.
🔴 Importante: no pongas lubricante dentro del succionador ni en la boquilla. Solo en tu cuerpo.
¿Por qué? Porque el lubricante (aunque parezca inocente) puede meterse en los mecanismos internos y estropear el juguete, sobre todo si no es con base de agua.
💧 Elige siempre lubricantes con base acuosa, que son compatibles con silicona y seguros para tus juguetes.
3. Posiciónate bien (esto no es el parchís)
Túmbate boca arriba, o si te sientes más cómoda, en posición fetal con las piernas recogidas. Lo importante es que puedas relajar la pelvis y acceder al clítoris cómodamente.
No hace falta que “encajes” el succionador en un punto exacto. Juega un poco. Muévelo. Acércalo, sepáralo. El placer no siempre está en el centro exacto del GPS.
4. Empieza en el nivel más bajo
Esto es clave: no empieces con la potencia al máximo. Parece obvio, pero muchas personas lo hacen… y se asustan.
Empieza con el nivel más suave. Deja que el cuerpo reaccione. Que se despierte. El clítoris es una zona muy sensible, y esto va de placer, no de batir récords.
5. Relájate. Si no llegas, no pasa nada.
Puede que tengas un orgasmo rápido. Puede que tardes. O puede que no llegues y simplemente hayas descubierto una sensación nueva.
Todo está bien.
No conviertas el juguete en una “meta” o en algo que “tiene que funcionar”. A veces solo necesitas explorarte, sin más.
🎁 Bonus: ¿y después?
Cuando termines, límpialo bien (agua + jabón o limpiador específico) y guárdalo seco, de preferencia en su bolsita.
Y si te ha gustado la experiencia… prepárate, porque esto es solo el principio.
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